Qué animales habitan en la fauna abisal.

¿Qué es la fauna abisal?


Se le conoce como abisal a aquellas zonas más profundas del mar. Aquellas que se extienden más allá del talud continental y corresponden a profundidades mayores a los 2.000 metros.

El ambiente abisal se caracteriza por la ausencia de luz solar, temperaturas bajas y constantes (menor a 5°C). Altas presiones y en ocasiones carencia de oxígeno. A esta profundidad falta la vida vegetal, por lo que los animales tienen que ser carnívoros o micrófonos. Suelen poseer un aspecto muy característico: apéndices muy largos, boca enorme, y órganos luminosos.




El límite de la vida.


En las profundidades oceánicas se pueden encontrar diferencias físicas en aguas de diferentes profundidad. Estas son las diferencias que definen que tipo de vida pueden albergar.

Especialistas han definido varias áreas en las que se dividien el agua oceánica:

1. La zona Epipelágica, hasta los 200 m de profundidad.

2. Zona Mesopelágica, hasta los 1.000 m.

3. La zona Batipelágica, que es hasta los 4.000 m.

4. Zona Abisopelágica o ABISAL que es hasta los 6.000 metros.

5. La zona Hadopelágica o hadal, que es hasta los 11.000 metros.

La región abisal ocupa el 75% del volumen de los océanos, pero es la región más inhóspita para la vida.




Peces abisales.
1. Pejesapo espinoso.

Es uno de los peces más curiosos del Atlántico Norte, Pacífico e Índico. Nunca emigra a superficie, como lo hacen otras especies. Permanecen invariablemente entre los 700 metros y 3000 metros de profundidad. Su tamaño no supera los 25 cm. Su boca gigante le permite agarrar presas de mayor tamaño y aprovechar así el poco alimento.
2. Diablo negro.

Este pez habita a profundidades de unos 4.000 metros. Tiene un cuerpo hidrodinámico y piel flácida. Tiene una capacidad de permanecer quieto entre dos aguas, siendo una ventaja ya que evita que lo detecten los depredadores. Posee un órgano voluminoso en el extremo de un apéndice sobre la cabeza.
3. Pez víbora.

Estos peces habitan a una profundidad de 4.400 metros y alcanzan un tamaño de 25 cm. Lo más destacable de estos peces en la adaptación de unos enormes dientes que no le caben en la boca. Es difícil que una presa escape de él.
4. Yelmo de nariz cuadrada.

Su nombre se debe a la placa ósea que les cubre la cabeza, similar a los yelmos con los que los caballeros de la Edad Media protegían su testa. Tienen un tamaño de 12 cm y se encuentran en abismos de 4.000 metros.
5. Cerato abisal blanco

En este tipo de peces, los machos son de 15 a 30 veces más pequeños que la hembra y mucho más numerosos. Es vital para ellos encontrar una hembra y parasitaria. El apéndice de la cabeza es un órgano bioluminiscente para atraer presas.

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